En el mundo de consumo continuo en el que vivimos y con las tecnologías que se han llegado a desarrollar hoy en día es común ver como las personas cambiamos nuestros productos con una gran facilidad: televisiones, ordenadores, relojes, ropa…
Pero a mí personalmente el caso que más me sorprende es el de los móviles, y es que es muy común ver como las personas cambiamos de móvil cada poco tiempo (la media debe andar por debajo de los dos años). Ya sea por las facilidades de las compañías o por la naturaleza consumista de nuestra sociedad raro es la persona que no cambia y descarta su antiguo celular en cuanto tiene la posibilidad, y es que a quien no le atrae la posibilidad de conseguir un teléfono nuevo y vender su teléfono de segunda mano a otra persona o empresas dedicadas a ello.
El boom de regalar
Hasta hace no mucho las compañías telefónicas regalaban teléfonos móviles por doquier y claro la gente no hacía más que aprovecharse de la circunstancia y conseguir un móvil mejor por precio 0.
Esto ha provocado que casi todos tengamos un o varios celulares antiguos en el cajón de nuestra habitación y que no hacen más que acumular polvo ahí. Por eso ha surgido un nuevo negocio dedicado a comprar teléfonos antiguos y ayudar a su reciclaje y tratamiento.
Por tanto no vamos a juzgar si está bien o mal consumir como un loco móviles y otros objetos electrónicos. Lo que si pedimos es cierta concienciación, reflexión y análisis de necesidades antes de “comprar por comprar”.